La mejor inversión
Hace algunos días escuché, creo que en un telediario, algunos consejos sobre cómo invertir sabiamente los ahorrillos de manera que no perdiesen rentabilidad con el paso de los años. Algunos expertos en inversiones comentaban la escasa cultura económica de los españoles, que hace que no le saquen a su dinero todo el partido que podrían sacarle si supiesen invertirlo en los productos financieros adecuados.
Parece ser que las personas que más rentabilidad saben obtener de sus inversiones financieras son aquellas con estudios superiores. No penséis que estamos hablando de potentados que invierten millones de euros y acaban acaparando grandes fortunas en poco tiempo, estamos hablando de personas normales que tienen unos pocos miles desaprovechados en una cuenta corriente que solo les ofrece una rentabilidad ridícula y son tan inteligentes que buscan algún fondo o producto de alta rentabilidad y consiguen que sus ahorros no pierdan valor e incluso se multipliquen con el tiempo.
Hasta aquí, todo parece muy lógico y sensato. Pero vamos a ver un poco más de cerca esto de las inversiones de cantidades modestas de dinero, pongamos por caso 10.000 euros, que es una cantidad ridícula en términos financieros, aunque a algunos os parecerá casi una fortuna. La forma más arriesgada de invertir, y por lo tanto la que puede resultar más rentable, quizás sea la inversión en bolsa. Pero esto solo está al alcance de aquellos que saben muy bien lo que están haciendo. Ningún experto en inversiones te aconsejará que lo hagas si no conoces muy bien los mercados, pues es posible que lo único que consigas es perder casi todo tu dinero. Por lo tanto, hay que fijarse en productos más sencillos, como los fondos de inversión, algunos de los cuales te ofrecen una rentabilidad mínima asegurada, con lo que en teoría al menos no pierdes dinero nunca.
Si utilizáis una calculadora de rentabilidad de inversiones, como por ejemplo en este enlace, podéis comprobar que, para doblar esos 10.000 euros a un interés del 5% aproximadamente, que aunque no lo parezca es un interés bastante alto, son necesarios 20 años. Podéis entreteneros buscando las rentabilidades que ofrecen diferentes productos en el mercado y calculando el tiempo necesario para doblar esos 10.000 euros con cada una de ellas, pero veréis que normalmente es un periodo de tiempo bastante largo, ya que la mayoría ofrece rentabilidades más bajas que ese 5%.
Para las entidades financieras, esos 10.000 euros son una minucia, pero su negocio consiste en invertir los 10.000 euros de mucha gente, lo que supone una cantidad de muchos millones de la que pueden obtener una rentabilidad altísima. Por esta razón, no te extrañe que quieran atraer la inversión de los pequeños ahorradores. Tampoco te extrañe que te digan que las personas que saben invertir mejor su dinero son las que tienen estudios superiores, es un método clásico en publicidad para convencerte haciéndote sentir que perteneces a alguna especie de élite y que eres mejor o más listo que los demás. Piensa por ejemplo en la publicidad de perfumes o automóviles. No se trata necesariamente de algo deshonesto, es una forma como otra cualquiera de vender, nadie te está quitando nada, y no resulta difícil darse cuenta de cómo funciona y no dejarse convencer. Es cierto que a veces se producen estafas sonadas, pero no se trata del caso general, lo normal es que cada uno barra para su casa y trate de colocar su producto, no de estafar al prójimo.
Pensemos ahora en otra forma de conseguir multiplicar esos 10.000 euros. Supongamos que pagas a una empresa ese dinero a cambio de un contrato de trabajo de mileurista con una duración de dos años y catorce pagas de 1000 euros netos cada una. Al cabo de esos dos años habrás ganado 28.000 euros, lo que supone una rentabilidad del 72%. Curiosamente, si tu inversión inicial hubiese sido de 1.000.000 de euros, hubieras necesitado 200 años para obtener unos beneficios en la misma proporción con el mismo trabajo, pero en dos años puedes conseguir esos 28.000 euros simplemente invirtiéndolos en un producto con un mísero interés del 1,12%. La conclusión es fácil de obtener: las inversiones financieras son para los ricos, a la gente que solo tiene unos ahorrillos le interesa más invertirlos en conseguir dinero trabajando.
Obviamente, no vas a pagarle a ninguna empresa por contratarte. En lugar de ello, puedes obtener un resultado similar invirtiendo ese dinero en prepararte para optar con mayores posibilidades a ese mismo puesto de trabajo, es decir, la primera inversión que debes hacer es en tu propia persona.
A 10.000 euros se les puede sacar un gran partido si los inviertes en tu propia formación. Por supuesto, en este caso, además de invertir dinero deberás invertir tiempo. Si no estás muy seguro de disponer de tiempo suficiente, puedes hacer el mismo ejercicio que solemos hacer cuando queremos saber en qué nos gastamos el dinero: llevar unas cuentas en las que anotemos la cantidad de tiempo que pasamos al día realizando distintas actividades. Seguramente encontrarás la manera de cambiar horas improductivas por horas productivas sin dejar de tener tiempo libre.
Vamos a ver algunos ejemplos de inversiones en formación que pueden estar al alcance de cualquiera que disponga de unos pocos miles de euros, aunque se te pueden ocurrir muchas más en función de tus preferencias personales.
En primer lugar, es importante que estés en una buena disposición anímica para encarar el trabajo que vas a emprender, que te va a exigir bastantes energías, por eso, como consejo básico válido en todos los casos, es importante que cuides tu dieta para que sea lo más sana y equilibrada posible, hagas algo de ejercicio, aunque te quite algo de tiempo, y procures dormir lo necesario para descansar bien todos los días. Mens sana in corpore sano.
Un clásico que aporta beneficios en multitud de ocupaciones es el aprendizaje de idiomas. En una academia te puede llevar unas tres horas a la semana, pero es muy fácil complementar este aprendizaje en tu tiempo libre a la vez que realizas otras actividades, sobre todo en idiomas como el inglés o el francés, viendo todas las series y películas en versión original subtitulada o leyendo libros en el idioma que estés aprendiendo. También puedes aprovechar tus vacaciones para practicar hablando con extranjeros, a la vez que aumentas tus habilidades sociales al mejorar tu capacidad para relacionarte con otras personas. Muchas veces, la clave no está en tener mucho tiempo para dedicar exclusivamente a una actividad, sino saber cómo utilizar el tiempo disponible de manera que cubras varios flancos al mismo tiempo. Aprender a organizar tu tiempo también te hará más productivo en el trabajo y, por ejemplo, incluso en el peor de los casos, tenderás a ser el último al que despidan.
Vivimos en medio de una revolución tecnológica, por lo que también resulta altamente recomendable poner nuestra mirada sobre algo relacionado con este mundo, que ofrece multitud de oportunidades. Lo más básico de todo es conseguir un ordenador. Con 1.000 euros se puede conseguir uno bastante potente y completo, especialmente un equipo de sobremesa, que personalmente encuentro más recomendable que un portátil si vas a utilizarlo solo en tu casa. Con él puedes aprender ofimática, que es lo más sencillo pero lo menos rentable, o puedes atreverte con la programación de aplicaciones, sitios web y bases de datos, que es más complicado pero te permite acceder a trabajos mejor pagados y mucho más demandados (si aprendes a hacer algo difícil, siempre tendrás menos competencia). Puedes utilizar software de libre distribución para tantear las diferentes opciones y decidir lo que te resulte más atractivo, pero una vez que te decidas, deberás comprar una licencia de un producto comercial que tenga la mayor difusión posible. Las empresas no suelen utilizar software libre. Por supuesto, puedes recurrir al pirateo, pero aquí estamos hablando de desarrollo personal. Procura huir de todas las cosas que te puedan hacer un poco más miserable, también hay que cultivar el espíritu.
Para terminar, algo fundamental que sirve de base para cualquier proyecto de formación que quieras emprender, es aprender a pensar y expresarte correctamente y con fluidez. Por ejemplo, para hablar correctamente otro idioma, es fundamental que sepas expresarte correctamente en el tuyo propio, pues no podrás expresar nada en otra lengua que no sepas expresar en la tuya. La actitud que tenemos ante una persona que nos transmite cultura y fuerza interior al hablar es muy diferente a la que se tiene ante alguien que nos transmite lo contrario. Esto es algo fundamental simplemente en las entrevistas de trabajo, pero te servirá en todos los ámbitos de la vida. No te preocupes por la posibilidad de perder tu naturalidad y tu frescura si aprendes a hablar como un académico, el conocimiento se acumula, no se sustituye. La cultura consiste simplemente en saber comportarte y expresarte en cada contexto como corresponde. Cuantos más contextos cubras, más cultura demostrarás. Esta es quizás una de las inversiones más baratas y con más alta rentabilidad. No hace falta que te rompas mucho la cabeza, puedes empezar picoteando en algo ligero como los blogs hasta que des con algún tema cualquiera que te acabe enganchando. A medida que vayas profundizando en el tema, te irás encontrando con otros temas de otros ámbitos relacionados con él, con libros que te empezarán a parecer interesantes y posiblemente también con algún curso que puedas seguir. Puedes empezar interesándote por la nutrición y acabar leyendo algún ensayo sobre economía escrito por un premio nobel. Aquí lo importante es empezar. También te ayudará acostumbrarte a escribir algo con regularidad, por ejemplo en un blog.
Puedes encontrar muchos más ejemplos por ti mismo sobre cómo invertir tu tiempo y tu escaso dinero, incluso aunque ya tengas una posición aceptable, siempre la puedes mejorar. Simplemente interésate por conocer el mundo que te rodea para poder reconocer las oportunidades que te presenta y estar ya preparado para cogerlas, aunque sea por los pelos.